LA FUERZA - DOMINAR
“Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la Tierra”
Mateo 5, 5
Esta es una de las cartas que Waite cambió la numeración, y
que el propio autor, no da demasiadas explicaciones ante dicho cambio. Aparece
en este tarot en la posición 8.
El león es la fuerza impulsiva, los instintos, la fiera que hay dentro de nosotros. Incluso
su color rojizo tiene relación con el oro alquímico, objetivo de los
alquimistas que se proponían transformar la materia prima común en una materia
noble. Esta carta habla de la transformación de nuestro plomo interior en oro.
La mujer dominando al león, de forma suave y amorosa nos
habla de esa plena aceptación en nosotros de esas fuerzas primitivas. No
luchamos contra ellas. Las aceptamos como propias.
En este tarot, la mujer aparece con el símbolo del “infinito”
(lemniscata) sobre su cabeza, recordándonos el vínculo permanente con lo
divino. Pero también la unión indivisible de los dos mundos: lo racional y lo
instintivo. Esta carta nos habla de
autodisciplina, inteligencia bien aplicada, armonía interior, dominio sobre
uno/a mismo, pero sin reprimir ni bloquear nuestra esencia instintiva, sino reconociéndola
y gestionandola. Constituya también el ejercicio de la autoridad pero sin
autoritarismo; es la adquisición de esa sabiduría y entrenamiento para vivir
desde nuestro equilibrio. Acumulando las energías, no reprimiéndolas, para
cuando tangas que ser usadas.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXION PERSONAL.-
¿Identifico mi fuerza interior? ¿en qué aspectos me siento fuerte?
¿Qué aspectos de mi misma creo que no controlo, que escapan a mi control?
¿Cómo creo que puedo darme cuenta de mis impulsos no controlados? ¿Para qué puede servirme esta energía incontrolada? ¿Cuándo puede serme de utilidad? ¿Las he usado alguna vez en una situación de emergencia para mí misma?
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